En la Avenida Hertz tenemos los siguientes edificios con sus respectivos números: 125, 250, 500, 1,000, 2,000, 4,000, 8,000, 16,000 y 32,000. Claro que hay más edificios, pero éstos son los que nos interesan.
Claro que hay otras puertas de otros edificios menores, como por ejemplo el 750 y el 3,000, pero los que más son visitados y así parecen en los comerciales de las Aventuras de Decibelandia son los que mencionamos al principio.
Hay un número especial en la Avenida Hertz y es el número 440 Hz que corresponde a la frecuencia del sonido con el cual se afinan las orquestas, aunque hay algunos que opinan que es mejor el 432 Hz, pero a mí me gusta más cuando las orquestas se afinan con el patrón 440 Hz. En ese edificio se ve entrar y salir a muchos músicos y directores de orquesta muy famosos por lo que sí, sí debe de ser un lugar muy importante para que vean que hay personas que visitan con mucha frecuencia a Decibelandia.
La numeración de los edificios en Decibelandia tiene una característica muy especial y les voy a decir el porqué. Bueno pues para ir del primer edificio, el que corresponde al número 125, al segundo edificio con el número 250, solo habré caminado 125 frecuencias. Pero para ir del 250 al 500, tendré que caminar el doble y del 500 al 1,000 caminaré 500 Hertz. Del edificio número 16,000 Hz al 32,000 tendré que caminar 16,000 Hertz.
Así que, si quiero caminar de un edificio a otro, tengo que tener una buena condición física y unos buenos zapatos, para que no me salgan ampollas y poder caminar todo el trayecto. Pero no se preocupen, sobre la avenida Hertz uno puede tomar un camión que lo lleva de un edificio a otro. Sin embargo hay que tener paciencia, porque entre más me aleje del primer edificio, el tiempo que me llevará ir al siguiente edificio se duplicará con respecto al anterior.
Ciertamente tengo que tener cuidado en tomar el autobús que diga: llega hasta el 32,000, porque si tomo el de la luz, me voy a tardar mucho tiempo en llegar. Acuérdense que el número de ese edificio es un 4 con 14 ceros y ciertamente es un número muy, muy grande.
Si tomo el autobús correcto y llego al final, el mismo autobús se dará la vuelta y regresará al edificio 125 y así sucesivamente. Una ruta de camiones muy sencilla pero, como los arquitectos e ingenieros en Decibelandia son muy inteligentes, ya automatizaron el camión y no necesita conductor; solito se detiene en el edifico en la parada de cada edificio, sube y baja la gente en cada estación, sigue al siguiente, bajan y suben y así durante todo el día.
Pero fíjense que un día de Decibelandia, no es igual al día en la tierra, nuestro planeta. En Decibelandia los días son diferentes, pero eso lo veremos en otra parte de este cuento.
Lo que no tenemos que olvidar es que en la Avenida Hertz, de un edificio importante a otro, la numeración se duplica. Se cuenta que los perros han llegado al edificio con el número 32,000 y, los elefantes, al edificio con el número 20! Yo no sé cómo le hace un elefante tan grande parar llegar a ese edificio.
